Señalización.
Frente a 15 puestos de peaje, a velocidad descendente, mientras se interpreta la complejidad del tráfico circundante y de los factores alternativos (lluvia, publicidad, oscuridad, etc.) decodificar señales y tomar una decisión se torna un desafío. Los segundos de incertidumbre del conductor son una amenaza al tránsito, son nocivos y son inadmisibles.
Un sistema de señalización que se dirige a un público multisegmentado exige un estudio en profundidad que desmenuce el contexto en el cual habitarán las señales y quienes las interpreten. Nuestro trabajo contempló las limitaciones arquitectónicas, las condiciones de luminosidad y la complejidad de la circulación, y respondió con claridad y precisión a un escenario caótico que demandaba orden inmediato.
La eficiencia del sistema visual y su inductividad genera que la totalidad de este proyecto parezca una obviedad. Esa obviedad es fruto de una narrativa cuidadosamente diseñada: la ubicación adecuada de las señales, la organización del plano informativo, la propuesta tipográfica, el análisis eficiente del espaciado de letra (que considera la velocidad y distancia perceptivas), la resolución cromática y el contenido de los mensajes (la palabra “PASE” es clara y breve y responde a las siglas de Peaje Automático Sin Espera). Esa obviedad es la que hace que el programa de diseño para Autopistas del Sol sea un referente único a nivel regional.