Meeting people is not easy

Noviembre 29, 2017

Hay una escena en Meeting People is Easy, el documental sobre la gira que Radiohead hizo para presentar OK Computer, entre 1997 y 1998, en la que Thom Yorke es entrevistado por una periodista japonesa. La toma está en blanco y negro y solo vemos a Thom de perfil contestando, con el pelo puntiagudo y violento que tenía en esa época, su ojo casi inútil y todo su cuerpo inclinado hacia adelante, ese gesto humano y sincero que hacemos las personas cuando estamos conectadas con lo que estamos diciendo:

“You will become a hypocrite. You become a liar. Everybody does it. That’s what being an adult is. And you have babies and that’s it”.

Esas últimas palabras las dice cada vez más suaves, con la virulencia agotándose. Después de unos segundos de silencio dice “I’m sorry”.

OKNOTOK no es un disco. Lo que escuchamos en OKNOTOK no son nuevos temas de Radiohead. No es, por lo menos a priori, una materialización de la sensibilidad de una banda en tiempo presente. OKNOTOK es la celebración de los veinte años de un disco iluminador como OK Computer, que cambió el curso del pop o del rock o como quiera decírsele. Y que cambió la vida de, tal vez, demasiadas personas.

El valor de OKNOTOK está dado por si le hace honor a su disco madre o no. No puede esperarse mucha unidad -de nuevo, a priori- en una reedición que incluye temas inéditos y lados B. Por algo esos temas habían sido descartados. Sin embargo, y acá está lo increíble, OKNOTOK es una unidad tan poderosa, perturbadora e inquietante como OK Computer.

Radiohead, con OK Computer y todo lo que generó, le había enseñado al mundo, en el auge del capitalismo tardío, en el albor optimista del consumo deslocalizado y la fe absurda en la desregulación de los mercados, que estábamos todos inmersos en una cárcel de ilusión. La ilusión de la salida política, de la familia, del salario y el trabajo justo, de la industria discográfica, de la salvación tecnológica. Radiohead intuía que las promesas tecno-democráticas y la flexibilidad institucionalizada no iban a resolver los problemas latentes que el capitalismo había enmascarado durante todo el siglo: la automatización alienante, la pobreza estructural y la angustia inevitable de saber que la posibilidad de cambio es irrisoria.

OK Computer nos había enseñado que aún siendo conscientes de la cárcel de ilusión en la que estamos inmersos, hay belleza. Nos había mostrado que el mundo, indefectiblemente, es un lugar horrible al que a veces consideramos hermoso para no matarnos.

OKNOTOK es la prueba fehaciente, veinte años después, de que Radiohead tenía razón. El mensaje de OK Computer era contundente en su ironía y su ambigüedad: una computadora diciendo “fitter, happier, more productive” era tan poderosa como “bring down the government, they don’t speak for us”. El título del disco, asimismo, resumía toda su ambivalencia: ¿una rendición al discurso tecnocrático o un guiño de optimismo? OKNOTOKgolpea con certeza: no hay posibilidad de optimismo. Por eso la tapa está quemada: la autopista está destruida y los niños siguen perdidos.

OKNOTOK es remasterizaciones de los temas de OK Computer (la diferencia sonora es casi imperceptible), lados B también remasterizados (que habían salido en los singles de “Paranoid Android“, “Karma Police“, “Airbag” y “No Surprises“) y temas inéditos que, de todos modos, eran conocidos por el público más fiel de Radiohead por sus versiones en vivo. Estos temas inéditos (“I Promise“, “Man of War” y “Lift“) son los menos OK Computer de la reedición. “I Promise“, con su guitarra acústica, el beat de marcha y la melodía épica que asciende hasta pender de hilos muy finos, está más cerca de “Fake Plastic Trees” que de “No Surprises“. “Lift” también tiene una actitud épica, más britpop y The Bends; según Ed O’Brien, guitarrista de la banda, había sido descartada porque era demasiado hitera. Aunque un poco más alejados del concepto del disco, estos tres temas funcionan como anclajes emocionales poderosos: tres canciones certeras, con guitarras demoledoras que expresan la raíz más inglesa de la banda. Son Radiohead siendo más banda que nunca, en un contexto de desamparo y frustración.

 

Son los lados B los que terminan de incendiar la autopista. “Distracted by irrelevance (…) there’s nothing more dull than talking about yourself”, canta Thom en “Lull” entre campanitas y un arpegio incesante e hipnótico, en una época en el que el único navegador de internet era el Explorer y no existían las pestañas. La distracción también aparece en el tema más futurológico y clarividente: “Palo Alto“, el tema con el que inventaron a Mark Zuckerberg. El lado B de “Airbag” dice:

“In a city of the future it is hard to concentrate. Meet the boss, meet the wife, everybody is happy, everybody is made for life. In a city of the future it is difficult to find a space. I’m too busy to see you, you’re too busy to wait. But I’m OK, how are you? Thanks for asking, I hope you’re OK too”.

En tanto canciones pop (o antipop) de la década del 90, el consumo está presente como tema ironizado: asociado a sentimientos -ilusorios- de liberación. En “Lift“, Thom añora “the smell of air conditioning”; en “Polyethylene” (polietileno), avisan y denuncian las falsedades del nuevo ciudadano global, y su discurso bienpensante comoditizado: “plastic bag, middle class, polyethylene. Decaffeinate, unleaded, keep all surfaces clean. If you don’t believe this, sell your soul. If you don’t get into it, no one will”.

OKNOTOK es triste y no es una tristeza que habíamos superado. Habla del presente como pocos discos actuales hablan del presente. Y en ese éxito, reafirma a OK Computer como lo que es: un hito generacional, la materialización bella y estremecedora de un estado de ánimo, una obra de arte. Cómo no amar un disco que en el lado interno de su lomo nos dice, en verso:

“I like you. I like you, you are a wonderful person. I’m full of enthusiasm. I’m going places. I’ll be happy to help you. I am an important person. Would you like to come home with me?”

Radiohead nos vuelve a golpear la fragilidad en los lugares más lejanos de nuestro alcance. En tiempos donde la reputación social tiene un valor monetario concreto y la paranoia muta a un estado normal, es un golpe que no queremos recibir. Pero necesario para relativizar.

Mateo Mórtola.

Publicado originalmente en http://www.indiehoy.com/discos/radiohead-oknotok/